lunes, 7 de mayo de 2012

Ayer fui al bosque, mamita




Cuando eran pequeñas, una de las hijas mayores de Gabriel del Río --Gabriela y Guadalupe del Río-- tenían la tarea de llevar a la escuela un poema para el Día de las Madres.
"Entonces mi mamá le pidió a mi papá que escribiera algo, pero que pareciera que lo había escrito un niño y salió esta preciosidad", recuerda Gaby del Río, "Yo creo que mi papá sí intentó que el texto pareciera de niño pero de plano no lo logró. Es dulce, muy dulce y conmovedor. Sí refleja los sentimientos de un niño y su inocencia pero sería muy difícil que un niño escribiera así".
Este bellísimo poema --que se siguió declamando por muchos años en la escuela en la que fue entregado como tarea, y después, en los colegios en que estudiaron los hijos de Gaby del Río-- viene ahora a la página del Rincón de Gabriel del Río como un cariñoso homenaje a todas las mamás en esta semana del Día de las Madres.



Ayer fui al bosque, mamita

    Gabriel del Río


Ayer fui al bosque, mamita,
me acordé mucho de ti,
en la mañana bonita,
por tantas cosas que vi:
el perfume de las flores,
el arroyo cantarín,
las hojas en la vereda,
la azucena y el gorrión,
y un gusanito de seda
cantaban una canción.


Cantaban porque en lo alto
de un viejo y gran abedul
calentaba a sus hijitos
una pajarita azul.


Por eso ayer, mamacita,
me acordé mucho de ti,
en la mañana bonita,
por tantas cosas que vi.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué hermoso y cuántos recuerdos! Mi mamá (Sara Arrieta) me platicaba que mientras mi papá escribía el poema, su mirada parecía estar detenida en su rostro, en sus ojos, pero en realidad no la miraban a ella pues sus pensamientos estaban tal vez en un bosque matinal o en una pajarita azul o tal vez en su propia mamá.
También tengo muy presentes a mis hijos, Vasco y Edgar, de 4 años, muy elegantes con pantalón de vestir, camisa y corbatita pero sin saco -porque no alcanzaba para más-, muy pequeñitos, en el centro de un gran escenario de un teatro comenzar a declamar este dulce poema y, al final, parecer más grandes ante el aplauso conmovido de las familias presentes.
Gracias, Ceci, por motivar esos recuerdos.
Gaby del Río

Taito dijo...

¡Qué bellas anécdotas, Gaby querida! La verdad es que creo que valía la pena contarlas aquí y compartir este poema con los lectores de la página, para que siga conmoviendo a las mamás por mucho tiempo más.
Un beso
Cecy